sexta-feira, 20 de fevereiro de 2015

IMPROVISACIÓN PARA DOS PIANOS | Floriano Martins y Farah Hallal


La memoria está tomada por dos asombros: el bautismo y el olvido.
Tu corazón reposa sobre el mío como si hubiera salido de una batalla.
Desnudo tu sombra, tu alma, los gestos con que me entregas la flor de tu pasión,
desvelo en tu cuerpo unos detalles de la alquimia más secreta de la vida.

FM & FH




1 | MIENTRAS TOCABA LA MÚSICA DE LA SANGRE

Tus ojos son todavía la fiebre del tiempo,
el ensayo del paso de las cosas por su memoria.
En su interior puedo recordar fascinado
el misterio de las cosas que no pasarán jamás.
Mientras evocas y trepas por el silencio de su iris
y cruzas lo frágil extendido en el interior de su espesura,
entonces comen los párpados lo aguerrido del recuerdo
y en la sombra de su oscuro rito desprecian lo necesario.

Lo cautivo que se traslada de un punto a otro
del domicilio de tu cuerpo. La botella convertida en lámpara.
El cielo desprendido del paisaje, con su teatro de riesgos.
Así como te escucho dentro de mí, llamándome:
con la voz paciente del silencio y sus laberintos de sal
huyendo hacia mí por el camino de un hecho inanimado
mordiéndome el labio superior de la conciencia,
ese que acaba humedeciendo el arco de la vida.

Y son también tus ojos la fiebre del espacio, el secreto
del horno y las alturas de las piedras que vuelan hasta aquí.
La liberación del sueño que contamos en tu piel.
La vegetación que cubre tus muslos antes que sea tarde.
Tan llenos de sí y, sin embargo, solos y custodiados:
luz del día que hambrienta acoge su secreta forma sangrante.

¡Han de soñar un día con la música del degolladero!
Y entonces se deshará la enredadera… Se comerán piedras,
las mismas que abren y cierran siempre de la mano,
como si fueran garras hermanadas en la misma sed,
garras ahogadas en su tintura que se extiende (en mí, en ti)
como alas de pájaros que se niegan a volar. Pero vuelan.




2 | MIENTRAS REHACEMOS EL FUTURO QUE DEJAMOS PASAR

El closet está vacío en la fiebre cautiva de una jornada del fuego.
Hasta las cortinas más invisibles ha arrancado de su biografía.
Las deudas predecibles y las hormigas como una mesa de estampados.
Las tareas predestinadas a lo triste se suspenden en lo saciado.
Dame tu mano que te llevo a buscar la otra joya del azar, la moneda
hecha de ventanas que conocen la frecuencia del oro del abismo.
Dame tu mano que te enseño a ver con los dedos de la noche,
con la transparencia de las aguas y la comunión de lo diáfano.
Porque está vacío también lo que alguna vez cubrió nuestra silueta.
¿Qué asalta ahora a nuestros inseguros estados del tiempo?
Mis lápices comen el vértice de los sueños de carboncillo
y con sus faldas de leña dejan escapar imprescindibles ondulaciones.
El amor moderno se enreda en los cables de su premura 
y en su tinta se ahogan los restos de este pasado, las escamas
de una noche y otra sucesibles mientras sudamos de deseo.
El amor es un monstruo nacido de una cópula de espejos.
Un pastel de imágenes, un empate de anzuelos en la carne roja.
Yo te quiero en mi ser como una transfiguración de caídas.
Un pescado servido en las aguas hirvientes de tus vértigos.
Hay que vaciar todo, el ropero del alma, los toneles del dolor,
el mismo canto del desierto antes que uno muera de sed.




3 | MIENTRAS DESCUBRE EL FUEGO COMO CAMINAR EN TUS COSTADOS

La noche cambia de sitio en tus manos.
Por veces busco tu nombre en mi piel.
Tu mirada traviesa deletrea otros sabores.
Una calentura de hierbas, una posesión
de mitos en los manjares de tu cocina.
Se acerca el fuego a mi almacén de pólvora.
Se acerca un latido veloz y una respiración
cortada con los cuchillos que guardo debajo 
de esa alfombra húmeda arqueada en la palabra.
Como si el tiempo fuera más que humo,
me acerco a la ciudad sitiada de tus muslos.
Yo te quiero más allá de tu leyenda, más allá
del destino que los dioses confían a tus pies.
Yo te quiero más allá de la noticia del diario,
de la mutua condición de humildes mortales.
Aún sin tiempo para amarnos demasiado,
duda y certeza expiran en nuestro calendario.
Y yo te quiero más allá del instante náufrago
donde algún día vimos rendido nuestro deseo.




4 | MIENTRAS LA NOCHE SE ALIMENTA DEL ESPÍRITU CREATIVO DE SUS SOMBRAS

He buscado el fulgor de un mundo invisible,
el abismo minucioso de las caídas, el dolor del aprendizaje
y sus cuidados con las lámparas del pasado.
¿Cómo nos reconocimos en el centelleo de estas palpitaciones?
¿Hasta qué punto eres un mundo indescifrable para mí?
¿Me bastarán los ojos para lamer de la luz de uno solo de tus días?
Nunca antes me vi con los bolsillos tan llenos de túneles.
Nunca antes me negué a verme desde esta silueta salpicada de sangre.
Y ahora todo cursa un tránsito nocturno en pleno meridiano. 
Todo tiene un nombre cruzando la frontera que nos une.
Y ya no sabes de mí lo que he esperado de ti la vida entera.




5 | MIENTRAS ESPERO QUE EL RELOJ COMA SUS HORAS U OLVIDE QUÉ HACER CON ELLAS

Mi libro de historia ya no tiene pasado,
una parte de mi se ha comido sus páginas.
Abro los brazos para planear como vuela la noche
y el ascenso de pájaro que a si mismo consume.
Hay en mi libro un camino de todo inalcanzable,
un poco lejos de nosotros, recordando los días 
que todavía no llegan con su sueño pasado en limpio.
La piedra revela el signo del pez en su entraña,
el sonido del agua que agita mis escombros.
Todo vuela en esta noche, y con mi música ciega
voy cantando al silencio que acoge mi cántaro.
Hay en mi libro un lomo de bestia agonizante,
un nido de imágenes que a mis nervios destrozan.
¿Dónde se han ido todos los besos que un día
he atrapado con mi red de cazar mariposas?
¿Dónde se han ido las aves que se cansaron
del esplendor del mismo tránsito libro afuera?
Bajo la ventana del abismo he pensado en ti.
Cuando te fuiste dejaste unas páginas rotas
y muchas otras con sus palabras desterradas.
Pero el libro vuelve a escribirse como incierto,
cosiendo sus orillas, desgajando la memoria.




6 | MIENTRAS LAS ARMAS NEGRAS DE LA MIRADA TRASBORDAN UNA PESADILLA DE SANGRE

¿Qué hubo con la noche que anduvo por acá? ¿Ha cambiado de lugar, como si ahora fuera otra la forma de su abandono? ¿Qué hubo con la línea de tiempo que mueve de sitio los efectos alucinógenos de la mirada? ¿Qué hacer con las preguntas cuando pierden sentido? Ellas circulan encerradas en su signo de incertidumbre. Con los fantasmas de las respuestas improbables en sus costados, ellas circulan como nosotros en un cuerpo prestado. En medio de la noche ha despertado su ruido nuestro juego de sombras. ¿Es oscuro el placer cuando nos muestra su ruina? ¿Es inocente la inquietud cuando derriba la casa? ¿Qué ha pasado con las monedas del espanto? Es otro el sonido de la caída de los errores en la máquina de desviar horizontes. Otro el desvarío de las horas que han llegado con retraso en el desván de su olvido. ¿Qué hacer con tantos sueños inundados de vigilia? ¿Cómo deshacerse de las mentiras inverosímiles?




7 | MIENTRAS EL ALMA BUSCA SUS BULTOS PERDIDOS BAJO LA PIEL DE LOS ESPEJOS

Como un laberinto figurado la noche recurre a tu cuerpo
relleno de escamas y la prosa oculta en tu deseo.
Enséñame el color de las plantas y cómo todo en el mundo
equivale a zambullirse en tu caos.
Quiéreme de la forma oscura en que las raíces aman su silencio.
Quiéreme aun mutilada en las extensiones de mi simulacro.
Todas mis líneas húmedas secaron su agonía esperando la mirada del sol.
Sus penas máximas, las conclusiones de su fe, el aroma del dolor recién cortado 
se enhebraron en el más solitario de todos mis dedos: ese que te señala.
Oh dime con tu posesión, ¿quién soy? ¿Cómo te escribes
en mi ser antes que yo misma perciba el calor de tus partes?
Puedo recordar la ruta de tus pies, el espinazo de tus gemidos, las arterias de tus sueños,
igual como puedo caminar por la piel de los espejos y el vientre de la luna, una noche más, y ya no estás.
Sabueso mi pasado vaga por las incertidumbres de tu anarquía.
Salta por las miserias que sirven de techo a las casuchas del hambre cotidiana,
consume las noticias de los diarios, las dibujadas con la forma del hueso.
¿Me darán los pies para cruzar de la que soy a la que fui?
Ahora no necesito más que salir de un mundo a otro, aunque disfrazada de huésped de los vértigos, ya no importa.
Preparo el tránsito de tu vivienda, la invisible cáscara de tus premisas,
y la semilla con que te haces mío mientras la eternidad se pierde en mis brazos.




8 | MIENTRAS EL ESCARNIO ABRE LAS PUERTAS DEL TEATRO EN LA NOCHE FRÍA

En la oscuridad el amor se parece embijado,
con sus calles rellenas de plagios y las plumas
impronunciables locas codiciadas por las sombras.
Hecho de ritos en desuso, el amor mascado por la tribu,
esforzado acostado sobre el monte,
con el tambor agotado de sus reverencias.
A mitad de camino yace la parte oscura del amor,
un cuerpo cansado de lamer su horizonte,
un brillo que lustra el abismo de sus zapatos,
dos manos heridas vaciando la noche.
A mitad de camino ya no se importa con nadie el amor.
Las cosas pasan por mi y aún no las puedo alcanzar.
La mirada de un dios rondando la tempestad,
la pipa de otro abortando mis ilusiones
y una palizada de calaveras reseñando el dolor.




9 | MIENTRAS LA SOLEDAD CAZA SUS MOTIVOS POR LA CASA VACÍA

He descubierto una noche perdida entre mis sueños,
una noche con sus piedras de colores insospechables
y una divinidad asombrada con sus poderes ya sin significado alguno.
He descubierto los restos mortales de mis pensamientos.
Así como un dios descubrió su manzana en la boca del hambre.

Los sueños logrados sembraron su dolor en la escasez de los maceteros
y desde entonces los santos y los milagros duermen en mis cicatrices.
Por eso he descubierto hoy la ausencia acumulada de las otras,
los calzados despoblados de cuerpos deambulando por un futuro inhóspito,
promisorio de vacío, como el diario que anuncia con sus pompas,
la luz sanguinaria de los días que apenas abrieron los ojos se comieron la ilusión del siglo.
Por eso la noche camina por las calles como si fuera su último acto,
y mi pecado tal vez sea el de haber reconocido los fantasmas
antes mismo del golpe mortal de sus rutineros extravíos, antes mismo
que la casa se convirtiera en un nido de llagas y el dolor se fuera de vez, por inútil.

He descubierto en mi vida una semblanza de vacíos que prosperan.




10 | MIENTRAS LOS DETALLES SINCEROS DESCASCAN SU PIEL BUSCANDO OTROS NOMBRES PARA EL MISMO RITO

Mi corazón necesita una tregua.
Ya conozco los fantasmas todos de la casa.
Sus trucos son como los músculos mecánicos del azar.
Y el mismo azar rompe los troncos flotantes del horizonte.
Las paredes blancas consumieron los paisajes
que de algún modo nos dibujaron.
Rincones rotos en lo volátil del latido.

Me desconoces casa. Todos tus objetos
-aun todos juntos- no definen mi forma primigenia.

Me desconoces casa. Todas tus ventanas
no son lo suficientemente anchas para dejar
que bailen los demonios como en una fiesta más allá del espacio.

Me desconoces casa. Todos tus caminos
no pueden con el abismo de las cosas invisibles
que nacen por todas partes de mi cuerpo.

Mi corazón necesita una síncopa, una letra menos
en su laberinto de fuegos. Yo te necesito,
sin que sepas la esencia de mis símbolos.



[Improvisación para dos pianos  2013, serie escrita al alimón. Ensayo fotográfico, 2015 Floriano Martins.]






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